martes, 25 de abril de 2017

Posted by Sergio Vidal González | File under : , , ,


Con la mirada nublada,
y aturdido que me encontraba.

Los labios saciados de sed se encontraban secos,
el sudor que caía por mis brazos los puso pegajosos.

Tambaleándome me hallaba en medio de la ciudad,
con una botella en la mano sin soltarla ni una sola vez.

Todo el mundo me daba vueltas,
al pasar la gente cerraba de golpe las puertas.

Qué alegría más triste la de estar solo,
lloraba con alegría aunque solo fuera un poco.

Tenía esperanzas de que esta vida  cambiara,
pero solo me llevaba a un precipicio a que saltara.

¿No hay sitio para un joven soñador?
¿Nadie quiere a un joven prometedor?

A gente como yo nos dan las espaldas,
ni si quieran te apoyan dando unas palmadas,
de apoyo.

Es un infierno que todo joven soñador experimenta.
una experiencia un tanto devastadora.

0 comentarios:

Publicar un comentario