martes, 25 de abril de 2017

Posted by Sergio Vidal González | File under : , ,



Andando por la calle me encontraba con los cascos en la cabeza, escuchando mi grupo favorito a todo volumen, sin escuchar a las personas de mí alrededor.

No tenía en mente un destino, solo podía pensar en alejarme del lugar en cuestión, que me tenía tan angustiado y encerrado.

Quería alejarme e ir algún lugar donde pudiera estar a gusto conmigo mismo.

En este lugar no lo estaba, me corta las alas, no me deja hacer los que yo quiero, no me deja vivir a mi manera, a dedicarme a lo que yo quiera.

Todo el mundo dice que el mundo está mal y que  no va a mejorar, que cada día estamos peor.

Pero yo solo sé que todas aquellas personas que he oído decirlo, son personas que se conforman con el “conformismo”. ¿De qué se quejan? ¿Alguna vez han luchado por lo que han deseado? ¿Alguna vez han hecho algo diferente a lo que suelen hacer día tras día?

Estos pensamientos son los que me acarreaban siempre, desde que tengo conciencia. La gente de ese tipo me pone enfermo, de ahí que quiera huir de aquí.

Cada vez que contaba mis sueños, siempre salían con que no lo iba a conseguir. Y cuando relataba alguna hazaña de alguien que ha conseguido algo, me decían: Esas son excepciones.


¿Y por qué yo no puedo ser una excepción? ¿Tengo que ser como los demás? ¿Ganado? ¿Tengo que hacer lo que los demás me digan, por mi bien? ¿Para eso nacemos? Qué vida más aburrida entonces, ¿no?

0 comentarios:

Publicar un comentario