Leyendas se contaron de aquel lugar,
historias que jamás volveré a contar
terribles sucesos pasaron en aquel lugar,
se escuchaban personas gritar.
Tal angustia tuvieron que pasar,
para que sus gargantas sangre tuvieran que derramar.
Niebla espesa azota aquel castillo de madera,
fachada descuidada que en mis ojos penetra
penetra un dolor indescriptible.
En ese lugar se alzaba la noche con gran poder,
contra el débil día que lo único que podía hacer era perder.
A los alrededores un terrible bosque espeso y oscuro,
tan espeso y oscuro que no se llegaba a ver ni los dedos de las manos.
Nadie sabe con certeza quien vive en ese lugar,
nadie que yo conozca se ha atrevido a pasar
por el miedo de no regresar, ¡jamás!
Y yo tan valiente aquí me hallo,
escuchando los gritos de dolor